jueves, 22 de marzo de 2007

Nievan caramelos



Ha vuelto el frío, y con él la nieve ... cuando nieva siempre pasa algo especial, miro al cielo y veo caer lo copos, me siento feliz. Me siento como cuando era pequeña, estaba con mi abuela merendando en su casa, y llegaba mi abuelo, y mientras se quitaba el abrigo nos decía desde el pasillo "Laura no sé que pasa, dicen por ahí que del árbol del jardín "nievan" caramelos", entonces yo salía como una loca, dando voces por el portal, corriendo hasta llegar al abeto y empezaba a pegarle patadas y tirones a las ramas, y nevaban los caramelos, si, y yo era la niña mas feliz del mundo.


Ahora ya se que mi abuela le pidió a mi abuelo que pusiese los caramelos antes, como le hacia el marido de la Chacha Laura (su tía) a la yaya cuando ella iba al campo, ponía los caramelos en una encina, y mi abuela y sus primos se volvian locos, como yo.


Es curioso, nos separan 50 años, y hemos experimentado las mismas ilusiones, es genial ser niños, tan inocente, divertido ... pero crecemos, y nos vemos viviendo en la cruda realidad, a veces buena, a veces mala.


Siempre me quedará la nieve, y el recuerdo de esas tardes con mis abuelos, a ellos les debo ser quien soy, en parte.