Querida mama:
Llega mayo, llega el primer domingo, llega tu día. Tu día oficial, el reconocido. Atrás quedan los otros 364, también tuyos, nuestros, de las dos. Porque cada día que pasa me demuestra que sigo unida a ti, como el primer día, hace ya casi 28 años, madre mía, cómo pasa el tiempo. Pero por nuestra relación no, no le dejamos que pase.
Es algo difícil de explicar, lo que nos une, único, casi mágico, y engancha, yo no puedo "desintoxicarme" de la mamitis profunda que sufro, y además ¡no quiero!.
No quiero porque siempre te tengo ahí, y tu a mi, lo sabes. Pueden estar las cosas muy mal, pero siempre tengo donde acudir, a que me mimen, me reconforten. Da igual lo que pase, se que tu no me vas a fallar, lo se.
Madre e hija, hija y madre, lo mas bonito del mundo.
Quiero darte las gracias, por todo, por haberme deseado, tenido, criado, querido, ayudado, guiado, educado, curado, divertido, regañado; en definitiva, por haberme hecho ser.
Porque lo que hoy soy, es obra tuya y de papá, lo sabes, y se que te sientes orgullosa. Yo también de ser tu hija.
Y quiero decirte que me tienes aquí, para siempre, para todo, tu ya lo sabes, no hace falta que lo diga, pero me gusta decirlo, gritarlo a los cuatro vientos, decirle a todo el mundo que mi madre me tiene ahí para lo que sea, que la quiero con locura, que es la mejor madre, que es una mujer muy especial, con mucha fuerza, con mucha integridad, ternura, amor, firmeza, alegría.
Qué mas puedo decir, todo lo que diga de mi mamá se queda corto, aunque escribiese cien hojas me quedarían cosas buenas que decir de ella.
Quiero terminar con alegria, con el recuerdo de todas esas tardes de risas a carcajadas, de abrazos, de besos, de diversión.
Nos quedan muchas.
Ole por mi madre, la mas salá, la mejor.
Te quiero mucho, y para siempre.
Tu hija.